No existen duendes debajo de la cama… Muchos niños sufren a la hora de dormir en sus habitaciones porque piensan que debajo de su cama o escondido en el ropero (closet o escaparate) hay un duende, monstruo o animal feo que saldrá y se los llevará o les hará daño.
Afortunadamente ninguno de mis sobrinos pasó por esta situación, pero creo que las mamás o los papás deben tratar a tiempo este temor infundado muchas veces y evitar males mayores. Algunas sugerencias sobre cómo enfrentar el problema:
No los reprendas o regañes, ni te burles.
Habla calmadamente con ellos si es posible de día. Trata de averiguar por qué tú niño o niña piensa que le saldrá el duende por las noches.
En ocasiones los hermanos mayores, amiguitos, primos o personas adultas asustan a los niños amenazandolos con monstruos si se portan mal y acá puede estar la razón.
Muchas veces estas situaciones se dan porque los niños ven películas no apropiadas a su edad y sobretodo antes de las horas de ir a dormir.
Observa si es un comportamiento o temor repetitivo. Si habla sobre alucinaciones o escucha voces. En este caso, es recomendable acudir a un especialista, por ejemplo un psicólogo infantil.
Qué puedes hacer para evitar estos temores
Explica a tu niño o niña que los monstruos o duendes o animales encantados no existen. Que muchas veces se usan en las películas y cuentos para representar a las personas de malos sentimientos o acciones
Invitalo a que juntos revisen debajo de la cama o en el escaparate y comprueben que no existen tales seres.
Mientras crece y desaparece su miedo puedes usar una lamparita de noche o veladora para que la habitación no quede completamente oscura. O en muchas ocasiones déjalo dormir con ustedes sin que se convierta en una actividad de todas las noches.
No permitas que tus niños vean películas o comiquitas de noche donde haya monstruos, duendes… en su lugar, léeles un cuento infantil alegre, de una historia bonita o como hacen mis amigas… deja que tu hijo invente la propia historia al ver los dibujos del cuento.
Antes de dormir oren o recen juntos, pidan al ángel de la guarda, una noche de dulces sueños y quédate con él o ella hasta que concilie el sueño.
En cualquier caso, siempre déjales saber que estás allí para cuidarlos, que los amas mucho y que cuenten contigo.
Tía Maru